Una de las necesidades a las que se enfrenta cualquier empresa es la relacionada con la contabilidad y la fiscalidad. Dentro de estas nos encontramos las auditorías contables. Se trata de un procedimiento que suele ser desconocido por las empresas, sobre todo, a la hora de saber cómo gestionarla, por lo que vamos a tratar de dar un poco de luz en este sentido, y cómo puede ayudar una asesoría fiscal contable en el proceso.
Qué significa una asesoría fiscal contable integral
Una asesoría fiscal contable integral presta servicios de contabilidad, presentación de impuestos, gestión fiscal, pre cierres anuales, etc. Se trata de un servicio prestado por profesionales cualificados con el objetivo de que los negocios puedan centrarse en el desarrollo del mismo, evitando sanciones, penalizaciones o pagos indebidos.
¿Qué debe incluir?
Entre otros servicios, debería incluir:
- Servicios de gestión contable, como organización y actualización de contabilidad, legalización de libros, etc.
- Gestión fiscal, análisis de la tributación más beneficiosa, presentación de impuestos, análisis de balances y, en general, tener al día las obligaciones fiscales.
- Análisis personalizados del estado de salud de las cuentas, así como desarrollo de planes de acción adaptados a cada caso.
- Asesoramiento ante la Agencia Tributaria con estudio de las comprobaciones tributarias o con asistencia a las inspecciones fiscales.
¿Quién puede prestar este servicio de asesoría-consultoría fiscal contable?
Este servicio debe ser prestado por profesionales con experiencia en el sector, de cara a dar cumplimiento en forma de las obligaciones impuestas por la Administración y evitar problemas con esta. En la asesoría fiscal contable CE Consulting encontrarás a profesionales con amplia experiencia, y totalmente actualizados, para proceder a cualquier gestión fiscal o contable que requiera tu empresa, incluyendo ayuda en las auditorías contables.
¿Qué se necesita para hacer una auditoría contable?
Al hablar de auditoría contable, nos referimos a la revisión de balances, cuenta de resultados, estado de cambios en el patrimonio neto y estado de flujos de efectivo, en definitiva una revisión de la correcta realización de la contabilidad; entre otros objetivos se encuentra el de verificar si se cumplen las obligaciones tributarias.
Tendrán obligación de someter su contabilidad a auditoría aquellas entidades que superen durante dos años consecutivos al menos dos de las tres siguientes circunstancias:
- Que el total de las partidas de activo supere 2.850.000 euros.
- Que el importe neto de su cifra de negocio supere los 5.700.000 euros.
- Que el número medio de trabajadores empleados durante el ejercicio supere los 50.
También tendrán obligación de auditar su contabilidad (entre otras) las siguientes entidades:
- Aquellas que reciban subvenciones o ayudas con cargo a los presupuestos de las Administraciones Públicas o fondos de la UE, por un importe superior a 600.000 euros.
- Las entidades que realicen obras, gestión de servicios públicos y asistencia a las Administraciones Públicas por un importe superior 600.000 euros y éste represente más de un 50 % del importe neto de su cifra de negocios anual.
- Cuando lo soliciten los socios que representen más de un 5 % del Capital Social.
- Por mandato judicial.
- Fundaciones con determinados requisitos.
Además, se debería contar con toda la información mercantil, fiscal y contable, como por ejemplo:
- Copia de la escritura de la constitución de la sociedad y sus posibles modificaciones.
- Se debe contar con la información contable de la empresa. Toda la información debe tener el máximo detalle posible.
- Se debe acompañar la documentación relacionada con las obligaciones tributarias e impuestos.
- Es importante contar con acceso a los libros de actas de la sociedad. No es necesario las copias, pero si el acceso.
- En ocasiones puede ser necesario presentar un organigrama, sobre todo en las primeras auditorías.
¿Cuándo se debe realizar una auditoría contable?
Al cumplirse dos de las tres circunstancias comentadas anteriormente durante un año, hay que vigilar si también se siguen cumpliendo al año siguiente. En caso afirmativo, sería en ese segundo año cuando se da la obligación de auditar la contabilidad.
Si una empresa está obligada a someter su contabilidad a una auditoría, deberán transcurrir dos ejercicios sin cumplir dos de los tres puntos comentados anteriormente, para que pueda desaparecer la obligación.
Cuándo una entidad esté obligada a auditar su contabilidad, deberá nombrar al auditor antes de que finalice el ejercicio mediante acuerdo en Junta General de Socios.
Cómo prepara el consultor fiscal contable a la empresa para enfrentar con éxito esa auditoría
- El consultor fiscal contable será el nexo de unión entre la empresa y el auditor. Ayudará a la empresa a preparar la documentación que precisen los auditores y resolverá las dudas de estos de cara a un informe de auditoría favorable.
- Se analiza a fondo el libro de cuentas para detectar posibles errores y solucionarlos antes de la auditoría.
- Hay que revisar la existencia de partidas abiertas y pendientes de aplicación. El objetivo es certificar que todo está en regla y es legal.
- Las cuentas bancarias siempre deberán estar conciliadas con los mayores contables.
- Hay que comprobar las amortizaciones, provisiones, variación de existencias…